miércoles, 23 de marzo de 2016

Sobrevivir al 1ero de setiembre en Japón - por Mariana Prada


"Hubiese elegido matarme el 1º de septiembre, cuando empieza el nuevo semestre" publica un joven en el periódico para jóvenes que se niegan a ir a clases de la fundación Futoko Shimbun

Shikoh Ishii, editor del periódico, reconoce haber escrito una nota suicida cuando tenía la misma edad. "En ese momento, pensaba que no había otra opción porque no sabía que podía no ir a la escuela" agregó.

Para los que no lo saben, Japón tiene una de las mayores tasas de suicidio en el mundo, 100 personas se quitan la vida a diario en el país asiático que supo ser la tercera economía mundial. Desde el año 2014, la causa de muerte más común entre los jóvenes de 10 a 19 años es el suicidio.

Hay dos fechas claves para esta tragedia. El 1º de septiembre y primera semana de abril. Fechas que coinciden con los inicios de las clases en secundaria. Entre 1972 y 2013, de los 18.048 niños que se mataron, 92 lo hicieron el 31 de agosto, 131 el 1º de septiembre y 94 el 2 del mismo mes.

"La escuela o la muerte" suele leerse en las redes sociales cuando terminan la vacaciones y se acercan estas fechas fatales.

De los jóvenes que logran pasar esta prueba de fuego, más de un millón permanecen encerrados en sus casas, muchas veces durante décadas.

Tomemos el valiente realto de Hide, un joven que vive encerrado en su departamento donde muchas veces el único consuelo era el suicidio:

"Empecé a culparme, y mis padres también me responsabilizaron por no acudir a clase. Comenzó a crecer la presión. Entonces, gradualmente, comencé a tenerle miedo a salir y a temer conocer a gente. Fue entonces cuando ya no pude salir de mi casa". Para evitar ver a sus amigos y padres Hide dormía durante el día y se sentaba toda la noche a ver la televisión.

Hide es lo que se conoce en Japón como HikikomoriTradicionalmente, las mujeres jóvenes viven con sus padres hasta que se casan, mientras que en el caso de los hombres es posible que nunca se muden del hogar familiar. Es así que los aislados o Hikikomori son parte de la problemática familiar. Una reacción común es tratar, hacia adentro, al hijo con rabia, darle un sermón y hacerle sentir culpable de traer vergüenza a la familia. De esta forma se lo empuja un escalón más hacia el vacío.

"En Japón, tienes que estar en línea con otras personas. Y si no puedes, eres ignorado o intimidado"

El gobierno japonés calcula que el costo de los suicidios y la depresión fue de unos US$32.000 millones en el año 2014. Lo cierto es que más allá del costo económico, Japón pierde el capital más preciado, sus jóvenes, a manos de una sociedad enferma que no los valora.

Mariana Prada


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