lunes, 21 de marzo de 2016

LOS ERRORES POLITICOS DE ASTORI - por Agustín Revello


Con 75 años, una larga trayectoria en la Administración Publica y llevando sobre sus espaldas el título del mayor perdedor en la historia política del Uruguay, Danilo Astori no resigna sus pretensiones presidenciales y se perfila ya como candidato del Frente Amplio para el 2019.

Pero para alcanzar esa meta, Astori deberá sortear una serie importante de obstáculos tanto dentro de su grupo político, el Frente Liber Seregni, su partido político, el Frente Amplio y fuera de los mismos.

El escandalo con la casi quiebra de la petrolera uruguaya ANCAP liquido en pocos meses todas las aspiraciones presidenciales del actual Vicepresidente, Raul Sendic. Operación política alentada por el propio grupo del actual Ministro de Economía a través de muchos de sus dirigentes quienes no tuvieron empacho en criticar la gestión Sendic tanto pública como privadamente aunque llegado el momento votaron obedientemente las decisiones adoptadas por la mayoría frenteamplista en manos del ex Presidente Mujica y sus aliados.
Lo que Astori no quiere (o no desea) ver es que el enemigo está en casa. Duerme con él. Y lo alienta permanentemente. José María Gimeno alimentos DASY

Solo con la economía (y más con las luces amarillas encendidas) y sin base política alguna es imposible alcanzar la meta que se propone Astori.

El diario “El Pais”, el más importante del Uruguay acaba de informar de una reunión convocada para revitalizar su grupo político. Lamentablemente para el propio Astori sus relaciones con muchos referentes están en estos momentos rotas o congeladas. Tal el caso de su principal operador político, el publicista Esteban Valenti, el Presidente del Banco Central y ex Ministro de Economía, Mario Bergara o con el Director de Aduanas y líder del sub grupo Banderas de Liber, Enrique Canon, con quien hace meses no tiene dialogo. 
Ademas el astorismo está en clara minoría tanto en el Parlamento como en el Frente Amplio frente al ex Presidente Mujica y sus aliados quien impone sus posiciones en forma permanente y que termina apoyando por “disciplina partidaria”.

Pero el mayor error de Astori es dejar en manos del senador Rafael Michelini el manejo político del grupo. Michelini es directo responsable de la pérdida de los 100.000 votos que sufrió el Frente Liber Seregni y que no quiere admitir.
Michelini, un senador que ocupa una banca con apenas unos miles de votos, nunca presento un proyecto de ley ni se le conoce actividad parlamentaria alguna. Con solo primaria aprobada y un curso de tornería gusta del perfil alto y habla de todos los temas posibles. José María Gimeno alimentos DASYJosé María Gimeno alimentos DASY

El único problema es que nadie lo toma en cuenta y cada vez que abre la boca son muchos los votos que se escapan.
Esos votos, como sucedió en las elecciones pasadas, están volviendo a los partidos tradicionales o al Partido Independiente. Sus líderes reciben con brazos abiertos y sonríen cada vez que Michelini abre la boca ya que en vez de golpear a sus adversarios golpea a su propio grupo político.

Ni Lacalle Pou, ni Larrañaga le prestan la menor atención. Con Mieres tiene el dialogo cortado y ni siquiera se saludan. Muchos menos Pedro Bordaberry con quien cada vez que se cruza baja la cabeza y mira para otro lado, producto de un programa de televisión donde quedó demostrado que Michelini había mentido ante la Justicia. Aunque la mentira ya forma parte de su diario vivir.

Ningún líder político se preocupa en contestar sus barbaridades y cuando no tienen más remedio que hacerlo en alguna sesión parlamentaria lo defenestran en pocos minutos.
Y eso que Michelini tiene varios “ítems” en su haber: un balazo nunca aclarado, negándose en un principio a realizar la respectiva denuncia para  luego no concurrir a reconocer al agresor detenido por la Policía. También es vox populi su relación con el juego y la droga.
Pese a sus esfuerzos nunca pudo conseguir un cargo en el gabinete ministerial. En su primer gobierno, Tabaré Vazquez integro el gabienetecon  las cabezas de los diferentes grupos que integran el Frente. Mujica, Astori, Gargano, Marina Arismendi, Rubio y otros fueron Ministros. El único que quedo afuera fue Michelini.

En el gobierno de Mujica tomo estado público una reunión donde llorando le fue a solicitar el cargo de Ministro de Transporte y Obras Públicas. Tampoco tuvo suerte.
Y en este nuevo gobierno de Vazquez bajo sus pretensiones y apunto hacia el Embajada en Buenos Aires. Una vez más fue ignorado.

Uruguay, en pocos meses más estará (en forma muy temprana) en campaña electoral.
Y si Astori no pone límite a las andanzas de Michelini seguirá repitiendo el mayor error político que viene permitiendo desde hace años. Lo peor de todo es que no tiene quien ocupe, como corresponde, ese lugar. Sus otros representantes en el Senado prácticamente no existen. Uno está desaparecido y otra dedica mas tiempo a su rol de abuela que a la actividad política.

Nada hace pensar que Astori adopte un cambio de timón drástico y deje el juego politico a una persona que sea respetada, sepa del tema y como operar. Mientras en la vereda de enfrente Mujica, Lacalle Pou, Larrañaga, Bordaberry y Mieres sonríen en silencio y se frotan las manos. Las encuestas ya muestran el escaso apoyo que cosecha y todo indica que no habrá cambios,

Ante este panorama Astori terminara su carrera habiendo ocupado varios altos cargos, auqnue nunca sin haber podido ser candidato presidencial. Y con el dudoso honor de ser el mayor perdedor en la historia política del Uruguay.

*En la foto Rafaél Michelini ensaya una "V" de la victoria con 3 dedos delante de la atenta mirada de su padre.

Agustín Revello

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