domingo, 15 de julio de 2012

Luis Batlle Berres, más que "un hombre bueno"



Luis Batlle Berres es hijo de Luis Batlle y Ordoñez  y Petrona  Bayrres McEntyre. Queda huérfano a los 11 años por lo que queda al cuidado de su tío, el dos veces Presidente de la República Don José Batlle y Ordóñez. Bajo su ala llegaría a la cámara de diputados en 1923. Para ese entonces ya era “el discípulo” de su tío, vale decir: su hijo político.  Al morir Batlle y Ordóñez la rivalidad entre sus hijos y su sobrino se hace más evidente.

Por un lado César, Rafael y Lorenzo Batlle Pacheco se definen como los “verdaderos” continuadores del Batllismo, lo mismo hace Luis Batlle Berres fundando la lista 15. Luis Batlle ostentaría una paternidad sobre sus primos hasta su muerte. Es recordada su frase de “todo o nada”, Luis Batlle relegaría la histórica lista 14 de sus primos a segundos puestos en la política nacional para siempre.

Al igual que su tío, supo cobijar hijos políticos de gran valor, entre los que se destacan sus “Jóvenes Turcos”. Bajo su patrocinio se encontraron Zelmar Michelini, Amilcar Vasoncellos, Lalo Paz Aguirre y Julio María Sanguinetti entre otros destacados políticos colorados.

Para la segunda mitad del siglo XX la CEPAL recomendaba a los países aplicar la política de “Sustitución de importaciones” con un estado fuerte con presencia en el mercado. Luis Batlle, al igual que los gobiernos de la región, aplicó esa receta buscando continuar la política de bienestar impulsada por el primer Batllismo. A esto se lo llamo “segundo Batllismo” o “Neo Batllismo”. Si bien el Partido Colorado continuó siendo el “escudo de los débiles” estas políticas económicas de moda, lejos de favorecer la industria nacional sólo la estancarían y crearían un desfasaje de nuestra moneda y economía con respecto al mundo desarrollado.

Políticos de todos los partidos sentirían un gran respeto por este hombre llamado varias veces “el mandón” o “Comunista chapa 15” esto último por el demagogo Benito Nardone desde su audición radial.

Zelmar, Hugo y Sanguinetti recordaban levantar el tubo y escuchar “Batlle habla”, era la voz del jefe, que lejos de ser un mandón fue un hombre cariñoso y extremadamente inteligente. Tuvo en Matilde Ibáñez una compañera fiel en todos los aspectos de su vida, ella le aconsejaba “Luis mantén  a tus amigos cerca, pero a tus enemigos más cerca”, “ten cuidado con los alcahuetes”. Ella fue quien compró la casa de Suárez y Reyes en 1947, desde entonces Residencia del Presidente de la República.

Su legado: una forma  comprometida de hacer política, la defensa de los trabajadores y los más débiles. Dejó una lista que gobernó el país desde 1947 hasta 1958 y lo volvió a hacer a finales dela siglo XX con la vuelta de la democracia. Su hijo Jorge Batlle tomó la posta del padre y reformó el Batllismo con ideas liberales, inspirado en su tío abuelo y los pensadores liberales de la época.

A Luis Batlle Berres le tocó el trago amargo de  vivir los dos gobiernos blancos, del 1959 hasta 1967. Éstos lo tuvieron en el Senado hasta su muerte, un día como hoy, 15 de julio pero de 1964.

Hoy "maestro y discípulo" descansan juntos y, seguramente, en algún lugar,  discuten sobre política, su gran pasión. Para las estadísticas quedan que Lorenzo, José, Luis y Jorge Batlle fueran todos presidentes de la República Oriental del Uruguay.

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