domingo, 22 de abril de 2012

"¡Que viva España!"



Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Europa queda devastada. Estados Unidos, primera potencia industrial y militar del planeta desarrolla el Plan Marshall que tenía dos fines, el primero ayudar a reconstruir la Europa capitalista y el segundo colocar el excedente de producción de su industria. Recordemos que la guerra no había afectado el territorio americano y que la industria y la producción de alimentos, por el contrario, creció muchísimo en este continente, que tuvo que abastecer su mercado y a los países en guerra.

En 1947 empiezan a llegar a Europa las partidas de alimentos y carbón desde EEUU. Los primeros beneficiados eran Grecia y Turquia, países que limitaban con el bloque socialista y podían caer bajo la hegemonía de la URSS. El Organismo encargado de repartir la ayuda del Plan Marshall fue la Organización Europea Para la Cooperación Económica (OECE) que luego daría lugar a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico (OCDE) fundada en 1960, con sede en París y que nuclearía a los países capitalistas de Europa y la América Anglosajona.

Su contrapartida, en el bloque socialista, era el Consejo de Ayuda Mutua (COMECON) conocido también como el Pacto de Varsovia. Este organismo estaba formado por la URSS, los países de Europa Oriental y luego Cuba y Vietnam. Uruguay no perteneció a ninguno de los dos organismos pero fue país observador del COMECON y lo es de la OCDE.

Volviendo a la OCDE, su Secretario General es el mexicano Angel Gurría y el secretario general adjunto (el número 2 del organismo) es el estadounidense Richard A. Boucher.

Boucher el pasado 10 de abril declaró en un seminario sobre la primavera árabe que "nadie quiere ser hoy como España. España sólo vale para el flamenco y el vino tinto". En dicho foro había un representante español, Diego López Garrido quien inmediatamente pidió que se rectificara. Cosa que Boucher (representante de EEUU en la OCDE) no hizo. El diplomático no retiró sus palabras y dijo que su intención no era insultar, sino confirmar que a ningún país le gustaría tener el desempleo que actualmente en España.

El presidente francés Nicolás Sarkozy, quien hoy quedo segundo en las elecciones de su país, también venía declarando sobre España, poniéndola como ejemplo de un gobierno socialista. "Quien apueste a la izquierda tendrá España" y "no hay un francés que desee la situación que ahora tiene España", caracterizada por "la incapacidad de cumplir con los compromisos" y "la crisis de confianza". Recordemos que Hollande es el candidato del Partido Socialista Francés.

Mario Monti, primer ministro italiano culpa a España de la suba de la prima de riesgo de su país. En Egipto el primer ministro declaró que la prima de riesgo subió por encima de 400 puntos por "contagio de la crisis española".

Si el problema de España es una "crisis de confianza" sus aliados no están ayudando mucho con sus declaraciones, es más,  parecería que las más honrosas las ha hecho la presidenta argentina, Cristina Fernández de Kirchner. La presidenta declaró que tiene un "profundo cariño por España" ya que es "nieta de españoles" y lamenta "que los españoles no quieran el biodiesel argentino, porque van a tener que pagar más caro si compran a otros países".

Angel Gurríale finalmente envió una carta al embajador español ante la OCDE diciendo: "Me asegura el embajador Boucher que sus declaraciones fueron tomadas fuera de contexto y se han interpretado erróneamente"." De cualquier forma, quería expresarle que lamento la innecesaria repercusión mediática que se ha ocasionado y he preferido escribirle para aclarar este incidente".


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