viernes, 18 de marzo de 2016

Dos jueces ya han suspendido cautelarmente la designación de Lula


El juez Itagiba Catta Preta Neto  y La jueza Itagiba Catta Preta Neto han anulado de forma cautelar el nombramiento de Luiz Inácio Lula da Silva como responsable de la Casa Civil en el gabinete de su sucesora, Dilma Rousseff. Los magistrados del Tribunal Federal de Brasilia y Río de Janeiro (respectivamente), temen que el nombramiento de Lula, sobre el que pesan acusaciones de corrupción, obstaculice investigaciones judiciales. Los ministros solo pueden ser juzgados por el Tribunal Supremo Federal, y no por la justicia federal

En su decisión, el magistrado argumenta que, si Lula asume el cargo de ministro tendrá poder para realizar una "intervención indebida y odiosa" en la policía, la fiscalía y el poder judicial quienes hasta ayer lo acusaban de corrupción.

Dilma Rousseff podría haber incurrido en un delito de "responsabilidad" al nombrar a Lula, puesto que la ley impide al presidente de la República cometer actos contra "la probidad" de la administración pública. Los delitos de "responsabilidad" son uno de los motivos por los que la Constitución permite realizar un juicio político con el objetivo de destituir el jefe del Estado. De hecho, la Cámara de Diputados reanuda este jueves la discusión de una posible destitución de Rousseff.

Recordemos que el miércoles pasado, la Policía Federal reveló unas grabaciones de conversaciones entre la presidenta Dilma Rouseff y Lula. De estas charlas se desprende que Rousseff designó a Lula ministro para evitar que continúe el proceso judicial contra el expresidente.

El titular de la Abogacía General de la Unión, José Eduardo Cardozo, reconoció que, ante las decisiones judiciales que anulan el nombramiento de Lula, el expresidente mantiene el estatus de ministro pero que no puede ejercer las funciones del cargo.

La polarización crece en Brasil, sumido en la crisis política. Este jueves la tensión alcanzó al acto de la toma de posesión de Lula como ministro de la Casa Civil. "¡Vergüenza!, gritó alguien al principio del acto oficial, a lo que el público respondió gritando "No habrá golpe", uno de los lemas de la izquierda brasileña estos días.

Desde el miércoles, miles de ciudadanos se manifiestan en São Paulo y Brasilia contra el PT y a favor de las investigaciones anticorrupción del juez Sérgio Moro. Algunos están en carpas y anuncian que solo se irán cuando Dilma Rouseff renuncie al gobierno y sea juzgada junto a su mentir, Lula da Silva.

De todas las polémicas medidas tomadas por Dilma Rouseff en los últimos tres años, esta perece haber sido la más peligrosa.

Eduardo Maiorano

Eduardo Maiorano,  Eduardo Maiorano
Eduardo Maiorano,  Eduardo Maiorano
Eduardo Maiorano,  Eduardo Maiorano

No hay comentarios:

Publicar un comentario