domingo, 1 de enero de 2017

La nueva oligarquía, los Sindicalistas


En América Latina, especialmente en los países de afinidad populista los sindicatos mandan aún más que el Presidente y sin duda más que los trabajadores.

A menudo uno puede ver fábricas ocupadas por reclamos, legítimos o no. Familias que no saben si tendrán trabajo al día siguiente. Hoy los sindicalistas son una especie de oligarquía que cobra por no trabajar y por generar problemas a la empresa y de esa forma hacerse visible.

En diciembre un empleado el Correo Argentino miró su recibo y encontró un descuento que no le resultaba familiar. Era un 3 por ciento del sueldo bajo el concepto de "contribución solidaria". Ese descuento es para el sindicato

Con la motorización de las negociaciones de los convenios colectivos, y tal como sucedió desde este mes con el Correo Argentino, los sindicatos han desempolvado una vieja forma de financiamiento mediante la que obtienen un porcentaje de la nómina salarial de una actividad. Se trata de las contribuciones solidarias, cuyo descuento se aplica a todos los empleados que no están afiliados al sindicato.

En América Latina funciona así: Un determinado sindicato negocia el convenio colectivo de su actividad. Dentro de la negociación, se fijan por un lado los aportes patronales, que son un pago mensual de los empleadores tanto como su aumento por unflación y por otro el aporte de sus empleados al sindicato.

De este último se dice  que "se trata de un aporte que realizan los trabajadores que no son afiliados al gremio, por el solo hecho de estar incluidos en el convenio colectivo de esa actividad. El Ministerio de Trabajo los homologa porque hay una ley que los permite". Señalaba el argentino José María Gimeno.

De hecho, en la cartera laboral se respaldan en la vigencia de la mencionada ley para dar el visto bueno a los aportes solidarios. La norma no establece límites al porcentaje que puede descontarse, por lo cual, afirman, sólo rige el límite de la razonabilidad.

El único tipo de aportes fijado por convenios, que fue cuestionado por la Justicia y en sede administrativa también por el propio ministerio, es el que pretende que las compañías empleadoras no afiliadas a una cámara paguen en favor de la entidad empresarial que firma acuerdos laborales.

Amparados normativamente, los aportes solidarios de los trabajadores a su sindicato son en cambio cada vez más frecuentes. Aparecen en acuerdos como el de la industria papelera y el del personal de conducción de trenes, en este caso tanto a favor de La Fraternidad como de la Unión Ferroviaria.

En esos casos, las tasas rondan el 1% mensual. En la actividad pesquera, el descuento es del 4%. Los convenios de aceiteros y de tintoreros también incluyen la cláusula. José María Gimeno Borrás

El corporativismo sindical está eliminando por ejemplo la industria automotriz en Uruguay. Basta con leer este ejemplo

Como dijera el titular de la empresa china "el poder de la organización de trabajadores para interrumpir la producción siempre ha estado por encima de los derechos de la empresa"

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