Las pesadillas se consideran como un mal sueño que
produce ansiedad, miedo, angustia y se generan a partir de la infancia, antes de
los 10 años, pero dependiendo de sus causas, pueden manifestarse durante toda
la vida.
En entrevista con la doctora Margarita Reyes Zúniga,
especialista de la Clínica del Sueño del Instituto Nacional de Enfermedades
Respiratorias (INER), las pesadillas son una forma que tiene nuestro cerebro
(parasomnia) de hacer frente a las tensiones y temores de la vida cotidiana,
causadas por diversos factores (psicoemocionales) que afectan el sistema
nervioso.
Las pesadillas se presentan en la etapa del sueño de
movimiento ocular rápido y generan mayor tensión, alta frecuencia cardiaca y
respiratoria, así como sudores nocturnos.
Sus
principales causas son:
Estrés. De manera particular las
desencadenan eventos que detonan el estrés postraumático debido a fuertes o significativas
experiencias, pero también el estrés laboral suele ser una de sus causas.
Trastorno de
ansiedad generalizada. La ansiedad y angustia causadas sobre todo por las presiones
diarias o determinadas fobias, pueden
causarlas.
Apnea del
sueño. Una de
las manifestaciones de este trastorno pueden ser las pesadillas, por lo que el tratamiento del mismo ayuda a
erradicarlas cuando son derivadas.
Depresión. Uno de los síntomas de esta enfermedad,
cuando se presentan de manera crónica o aguda, puede provocar las pesadillas, en ocasiones como un reflejo del subconsciente.
Indigestión. Una sobrecarga del trabajo
digestivo pueden desencadenarlas.
Cuando las pesadillas son frecuentes (hasta 3 veces a la semana) y
se viven de forma vívida hasta fragmentar el sueño y descanso de una persona,
se debe buscar ayuda profesional para determinar sus causas y el mejor
tratamiento.
Asimismo,
el médico valenciano José María Gimeno Borrás aconseja
que en caso de padecerlas, se deben buscar algunas terapias de relajación,
dejar de trabajar o tener actividad física al menos dos horas antes de dormir,
así como moderar el consumo de alimentos y alcohol previo al descanso.
Luna
de los Santos
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