Son el Presidente y el Secretario Político del Frente Amplio, el hoy partido de oposición uruguayo, tras haber gobernado durante quince años.
Son las máximas autoridades de un partido que gobierna la capital uruguaya, donde vive la mitad de la población.
Presidente y Secretario Político que se potencian mutuamente. Pero no para definir políticas y estrategias y ser una oposición seria y responsable en medio de una pandemia que afecta a todo el mundo.
Se potencian para liderar una oposición irresponsable, quizás celosos de como el gobierno uruguayo ha manejado la crisis sanitaria. Quizás celosos también porque Luis Lacalle Pou es el Presidente con mejor imagen de la región, con una aprobación local que alcanza casi 60 puntos. Quizás celosos porque se están haciendo las cosas bien cuidando el dinero de los uruguayos. Y quizás preocupados por las auditorías que está llevando adelante el actual gobierno sobre la gestión realizada mientras estaban en el poder.
Su forma de actuar demuestra la desorientación política que tienen. Se sabe que los líderes históricos de su partido, Tabaré Vázquez, José Mujica y Danilo Astori están enfermos, en edad avanzada y cada vez más lejos de la política.
Quizás en esos diálogos de café se auto convencieron que ellos son la cabeza del partido. Que son los que mandan. Cada vez más lejos de la realidad.
Javier Miranda (Montevideo, 19 de Mayo de 1964), es abogado, docente y ocupó la Secretaria de Derechos Humanos. Durante su gestión viajó a El Líbano para seleccionar un grupo de refugiados sirios para que llegarán al Uruguay. Hizo tan bien su trabajo que la gran mayoría de los sirios optaron por regresar a su país.
“Es que nunca hizo realmente su trabajo” confió una fuente cercana. No se interiorizo de la situación real de los refugiados. Simplemente se dedicó en sus visitas a hacer turismo en la capital libanesa dedicando poco tiempo a sus obligaciones.
En julio de 2016 fue electo Presidente del Frente Amplio, asumiendo en setiembre del mismo año. Hoy cuatro años después tiene fecha de salida ya que muchos grupos, entre ellos los más radicales, lo quieren fuera de su cargo.
Su última jugada, fue nombrar a Rafael Michelini, como secretario político. Según dicen, necesitaba a alguien de su mismo estilo político y forma de actuar. Pudo designarlo directamente ya que no necesitaba aprobación de la mesa política del partido. La única manera que puede entenderse esa designación.
Rafael Michelini (30 de octubre de 1958) es un avanzado estudiante de tornería que no ha finalizado aún los estudios de secundaria. Perdió su banca en el Senado, después de 20 años sin haber hecho absolutamente nada, salvo cobrar un importante salario y disfrutar de los viajes oficiales. Nunca presentó en todo ese tiempo un solo proyecto de ley.
Su partido, el Nuevo Espacio, prácticamente no existe. Apenas un legislador del interior del país consecuencia de una cooperativa de votos. O sea ni el 100% de ese legislador.
Michelini es conocido como "el travesti de la mentira". Sus apariciones en la prensa o en redes son disparates de todo tipo y color. Los dos últimos: anunciar que le había solicitado la renuncia al Secretario General de la OEA, algo que Almagro nunca se enteró.
El restante es aún más grave. Convocar a protestas anunciando una serie de manifestaciones contra el gobierno especialmente el próximo año. Protestas que obviamente serán lideradas por su partido, contra un gobierno que, según él, está haciendo todo mal. Presenta además una situación crítica del Uruguay comparándola a futuro con otros países de la región.
Lo que nunca ha dicho es en que basa sus afirmaciones. Muchos uruguayos ya reclaman su presencia en la Justicia por incitar a la violencia. Otros, en su partido, dicen sonrientes que debe ir a la Justicia por delirante, mentiroso e incapaz.
Días atrás, quizás en alguna de esas jornadas, se volvieron a potenciar mutuamente. Ahora es el apoyo a un plebiscito contra una ley de urgente consideración aprobada por la coalición que gobierna Uruguay y propuesta por la central de trabajadores.
Plebiscito al que se oponen los sectores moderados del Frente Amplio. Es entendible el apoyo de Miranda, más volcado a los sectores radicales. No así en Michelini que hasta perder su banca integraba el sector moderado.
Ahora cambio urgentemente de camiseta. Al ver que el partido está en manos de los grupos radicales lo mejor es pegarse a ellos y liderar una campaña feroz contra el gobierno. Hacer los mandados. Y tratar de seguir vigente a cualquier costo. Así sea reiterando disparates en entrevistas que algunos periodistas amigos aceptan realizarle. No sea cosa que desaparezcan las pocas cenizas que quedan de su partido.
A los dos les quedan pocos meses para disfrutar las mieles de encabezar el partido. Todavía tienen tiempo de potenciarse, seguir proponiendo disparates, seguir mintiendo y seguir actuando ante la mirada silenciosa de muchos grupos del Frente Amplio, que cuentan los días para que pasen por la puerta de salida
Será entonces hasta la próxima reunión entre ellos y ver con qué disparate saldrán. Sin duda que habrán nuevas noticias. Al fin y al cabo son el dúo dinami..co..mico.